sábado, 30 de junio de 2012

El Ñerardo Puñaladas


Mi segundo hogar fue mi colegio, pues estudie allí desde grado cero hasta once. Como lo digo siempre la mejor vida es la vida del Colegio.

Estudie en un colegio público que esta ubicado en medio de la plaza, frente a la iglesia del rincón y a la UPA.

Mi colegio: I.E.D Gerardo paredes mal llamado el Ñerado Puñaladas, la verdad siempre me dio ira escuchar que alguien lo llamara así pues estuve 12 años allí, desde que sus instalaciones eran unas casonas hasta cuando iniciaron la ampliación para convertirlo en un megacolegio. Lo llamaban así porque algunos de sus estudiantes protagonizaban riñas a la salida, a la entrada se veía a los jibaros parados en las esquinas y porque a veces sucedían actos delincuenciales apartados del colegio pero protagonizados por estudiantes de allí (cometían la estupidez de hacer de las suyas portando el uniforme).

Es verdad esas cosas sucedían, pero mi colegio nunca me dio miedo y mucho menos vergüenza, gracias a que estudie allí, además no solo aprendí de materias sino  también de la vida, vi como algunas de mis compañeras de salón tenían que  salir de clase al final de la jornada corriendo para sus casas a darle pecho a sus bebes, también vi como otras desertaron por la presión de ser madres adolescentes y estudiantes a la vez, conocí historias de abortos, de drogadicción entre otras.

Pero… ¿Cuál es el trauma con eso? Si es la realidad, así la conocí pero a pesar de esto no fui protagonista de ninguna de esas historias- ¿Por qué? - porque al contrario del dicho popular: “el que anda entre la miel algo se le pega” opino que aunque tú andes entre la “mierda”, así te toque hacer maromas, sino te quieres untar, sencillamente no te untas.

Me siento orgullosa de la promoción 2009 en la que salí yo, nuestro ICFES fue el único que genero satisfacción para las directivas del colegio pues fue la primera vez y creo que la única que sus estudiantes estuvieron entre los 100 primero lugares inclusive tuvimos el 1er puesto. Pero ¿Por qué esto no fue corillo de barrio?

Mi hermana también estudio allí y hoy es egresada de la UNIMINUTO con título de trabajadora social, trabaja en el comedor comunitario del barrio como Inclusora social, y no es el único caso. Reitero: ¿Por qué esto no fue corillo de barrio?.

Lo siguen llamando el Ñerado puñaladas, pero es mi colegio por años, mi segundo hogar, allí recibí las bases de mi educación y hoy yo como estudiante de Promoción Social, no entiendo ¿porque ponerle rótulos? Si no todos los que estudiamos allí tuvimos el mismo destino.

Hoy me pregunto: ¿Por qué nunca escuche a quienes lo llamaban el Ñerardo puñaladas decir que hoy por hoy es de los pocos colegios que te ofrecen una opción más allá con su convenio SENA? ¿Por qué no exaltar hoy que un gran porcentaje de los que salían a hacer nada hoy estén homologando ese tecnólogo en una universidad? ¿Por qué?...

domingo, 10 de junio de 2012

Churumino



Esta publicación recibe este nombre ya que así me decía mi abuelito cuando era niña y como aquí voy a hablar de mi infancia en mi barrio, es la manera de hacer referente a esta etapa de mi vida.





Cuando era una niña recuerdo, que en la casa vivíamos muchos, mis abuelos mis tías, mis primos, mi hermana, mi mama y yo, éramos un montón de mocosos, y nos encantaba jugar en la calle, además porque frente a mi casa había un potrero gigante que era lugar de visita para aquellos quienes les encantaba elevar cometa.

Era un potrero con una cuota inicial de cancha, lo digo así porque era una cancha fea, a medias y llena de turupes de cemento ,también con una cancha en donde se realizaban los campeonatos y con una “bola” – decíamos nosotros- que en realidad era una pista para montar cicla. En medio del potrero había una casona, la de Don Perilla el viejito que la cuidaba.

Salíamos temprano en la mañana y nos entrabamos muy tarde en la noche, no solo éramos nosotros los de la casa sino también los de la cuadra, parecíamos un jardín sin maestros, donde los que ponían las reglas éramos nosotros, jugábamos todo lo que se nos ocurría y detestábamos que el día se acabara.


Para mi familia el potrero del cual hoy solo queda un pedazo, siempre ha sido sinónimo de miedo, porque esta oscuro, porque pasan chinos fumando, porque en las noches se convierte en todo lo opuesto que se ve en el día, pero para mí no lo es, para mí fue donde queme la mayor parte de mi infancia, por donde paso todas las noches y donde nunca hay nada raro,  inclusive la imagen del potrero que recuerdo es a mi abuelito acostado en el pasto “echándonos un ojito”. Personalmente ni cuando era niña, ni hoy siento miedo de pasar por allí. Antes se veían y se escuchaban los carritos de los helados pasar por allí, los niños montando cicla, y los fines de semana siempre se veía gente pasando el rato ya fuese jugando futbol o simplemente tomando el sol.

Frente a mi casa habían 3 árboles grandes (hoy ya no existen), en uno de esos árboles colgábamos un columpio que mi abuelito nos construyó y jugábamos todo el día.



Ese era el lugar más seguro y aún lo es, allí ya me siento en mi territorio, en mi zona, siento que si por cosas de la vida como dicen algo llegara a suceder, conozco tan bien este espacio que creo sabría qué hacer. No entiendo como a alguien que ha vivido allí toda su vida pueda darle miedo el lugar donde creció. Tal vez es porque no lo conoce, porque no recuerda los pasos que dio y porque no se ha tomado la molestia de analizar que sucede allí y quienes están allí.

Hoy este espacio esta reducido a ser el Virginia, es decir, el colegio que construyeron, por el cual tumbaron la casona y desapareció la cuota inicial de cancha.

¿Miedo? Miedo la laguna, allí robaban y roban, se encontraban cadáveres y se encuentran, habían ollas y las hay. No lo niego desde que la Cali pasa por allí ha cambiado mucho, pero se ve lo mismo, lo admito en menores porcentajes pero se ve. El paisaje es diferente pero los sucesos los mismos. Paso todos los días por allí, pero me genera desconfianza, siempre que alguien se sube en las paradas del alimentador que quedan allí, analizo a las personas, no lo niego.  Nunca me la pase por ahí y ahora tampoco me la paso ahí. Creo que no conozco muy bien este sitio y por eso me genera desconfianza.

En fin mi barrio es donde siempre me he sentido como en casa. 

jueves, 7 de junio de 2012

Lienzos de Ladrillo


Esta publicación esta dedicada al arte del grafiti, principalmente a la galería que hay en mi localidad.
Para ponerlos en contexto quiero citar un escrito que encontré en la exposición de grafiti llamada CUERPO, CALLE Y PATRIMONIO.

SALA DE TRAZOS Y RE - TRAZOS
Instrucciones de uso “A la lata”

El grafiti cuenta con una hermosa y compleja historia. Aquí solo mencionamos algunos de los usos que ha recibido en los últimos 50 años en América Latina.
·         Anonimato político: en los años 60 y 70, las calles se llenaron de mensajes contra las dictaduras. Por ese entonces la calles fueron un medio para hacerse “oír” y sobre todo para que los transeúntes establecieran una secreta complicidad con esos hombres y mujeres que se refugiaban en el anonimato y la velocidad “gritando” con sus aerosoles, “abajo el régimen militar”, “viva la lucha palestina” o algunas arengas mas interesantes como: “los partidos cambian, la explotación sigue”, o, póngale cuidado: “la tierra será de los trabajadores, la cosecha no”.

·         Marca de territorio: muchos animales necesitamos delimitar los lugares que consideramos necesarios para sobrevivir, esto es, para cazar, para conseguir pareja o solo para confirmar nuestra superioridad (ese instinto de la vanidad). Los osos marcan su territorio con orina, otros con excremento y algunos hombres con Spray. Los han usado grupos guerrilleros, grupos paramilitares, bandas delincuenciales, pandillas, hinchas de futbol, en fin, gente que quiere garantizar que sus enemigos conocen los limites y que no se atreverán a ingresar a sus tierras o si no… no respondemos.


·         Prueba de amor: las “pruebitas” de amor han sido exigencia de hombres y mujeres en su búsqueda por poner fin a su sufrida soledad. “si me amas, demuéstralo”, nos decimos unos a otros, exigiendo algunas veces, actos de celos (“porque, si no me cela, no me ama”), otras veces, sacrificios, otras más, entregas sexual… algunos han considerado que se prueba el amor declarándolo de calle en calle: “Jeimy te amo, tu cholo”. En fin, en la calle,  teatro del amor…cilla, chunchulla y papita criolla.

·         Arte callejero: este arte, como la calle, es paradójico. De un lado, se trata de apropiarnos de lo público, construyendo nuestro propio ambiente, nuestro nido estético. Los artistas se atreven así a entregar de un mundo curioso, hermoso, fatal, intrigante y miedoso (todo al tiempo) a los transeúntes, que algunas veces nos sentimos paseando en un museo o una galería que ha abierto sus puertas al transporte público, mejor aún, nos sentimos más dueños de la calle, capaces de hacer algo en ella y con ella, en fin, la magia del arte, pero… aquí también hay un pero, de otro lado, este arte ha ido abandonado la antigua condición del grafitero político: el anonimato y la fugacidad, lo único que a veces pone incómodos a algunos “conservadores” (como yo) que se preocupan porque el grafiti se viene convirtiendo en una vitrina de diseñadores y artistas, y entonces, este arte mágico, con su borrachera de poder ciudadano, nos deja con el guayabo del marketing. Pero claro no todos coinciden conmigo, ¿tiene algo de malo darse a conocer?, ¿tiene algo de deshonesto vivir de lo que a uno le gusta?, ¿no somos mejores ciudadanos haciendo y viendo nuestro arte urbano?... quizá si y ese es nuestro patrimonio.

·         Remedio contra el anonimato: ya no soportamos ser una cifra en las bases de datos, ni un código de barras, queremos ser nosotros habitando nuestro mundo, el de todos, pero no lo lograremos si abandonamos las calles, si nos refugiamos en la internet o en la TV… como decía el filosofo “los medios  viven de los miedos” (Martin Barbero).


·         Remedio contra la lentitud mental: unos grafitis como ejemplos (si son buenos, ellos hablan por sí mismos): “robe, mate, torture y consiga alguien que se lo ordene”, o , “los trabajadores eran felices, hasta que les dijeron que eran explotados… a partir de ese día fueron felices y explotados”, también “el que es capaz de sonreír cuando todo le está saliendo mal, es porque ya tiene pensado a quien echarle la culpa”

Grafiti conciencia, grafiti arte, grafiti territorio, grafiti vitrina, en fin, usted decide…

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LOS GRAFITIS DE MI LOCALIDAD
Quisiera iniciar este recorrido por los lienzos de mi barrio desde los mas sencillos hasta los mas complejos.

Estos grafos están en una solo muro que además de mostrar estos dos (que son los que más me gustan) tienen plasmados diferentes grafos de diferentes personas, quise exponer estos dos ya que el de LEFY es hermoso por si solo y también tiene en el según mi creencia las iniciales de quien allí lo rayo. Nadie dijo que todos los grafitis tiene un mensaje profundo este es uno de ellos. Por otro lado está el grafiti de NOSE tal vez cuando lo rayaron su artista solo quería despejar la mente y no sabía que escribir allí, pero sin saberlo, cuando yo lo leí supe que quien lo había rayado quería dedicar el tiempo a lo que le gusta, el arte de transformar una pared en un lienzo, pero tenía tantas ideas en la mente que la única manera de expresarlo fue diciendo "nose".
Son grafitis que no superan las 4 letras pero aun así no dejan de significar trabajo con dedicación y pasión, dedicado al que simplemente dedique un minuto a observarlos y apreciarlos.



Siendo honesta de este grafo no entiendo un carajo, supongo que quien lo creo lo hizo específicamente para que quienes manejan su mismo idioma sean los que lo comprendan, sin embargo, todos los días, paso al frente de este grafo y trato de descifrarlo, tal vez ese era el objetivo, crear inquietud en el peatón.

Para resaltar el trabajo de su creador puedo decir que quien lo creo ama lo que hace, puesto que, se nota la dedicación, trabajo, esfuerzo, compromiso y pasión de su artista.




Este también es algo raro. Es de los pocos que muestran la tolerancia entre grafiteros, puesto que, en esta pared encontramos el grafiti estético, bonito, artístico, con mucho tiempo de elaboración, pero si somos un poco detallistas también podemos observar la firma:”bloque suba”  como lo leíamos en la introducción puede ser una marca de territorio, es der las pocas firmas de barristas que respetan el espacio del otro grafo, debido que en muchas ocasiones podemos ver firmas encima de grafos artísticos, encima de otras firmas e incluso encima de avisos publicitarios.